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el abuelo paladea la botella de oxìgeno como un buen vino, pero en cuanto al aire, sabe que sabe mejor el fresco que el gran reserva

Tenia una especie de fuego arcano en los ojos, pupilas al negro vivo, como una intensidad inaudita en la mirada que convertía el eter entre nosotros en un campo de magnetismo cuando la miraba, algo trascendente tras de sus ojos profundos. Y habia algo nuevo en mí de cada vez. Eramos demasiado jóvenes. Donde ha quedado la sensación de cruzar un umbral inmenso sumido en la penumbra, la curiosidad acuciante, extranjera, alienígena. Ahora todo es lo mismo, cada vez más igual. Una suerte de convergencia a lo insípido. Algo de la filosofía del triunfador me queda... sólo vale el primero, el primer beso, el primer escalofrio de cola, la primera mirada secreta.


Creo que la costumbre les llevó a un lugar donde la rutina iguala su polaridad y marca distancias.
PD: gran título
1 saludo

Posted by: Pincha aquí en: 24 de Marzo 2007 a las 10:46 PM Escribe un comentario









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